Psic. Aletheia Carrillo
Cómo papás, es común que al ver ciertos comportamientos en nuestros hijos, nos surja esta pregunta ¿será que mi hijo necesita el apoyo de un psicólogo? Y al no tener la certeza sobre qué hacer, podemos dejar pasar el tiempo esperando que el problema se resuelva por si solo, o bien, buscar en “San Google” información. Sin embargo muchas veces terminamos más confundidos o asustados que al principio. Así que por esa razón decidí escribir este artículo, para ayudarte a tener mayor claridad sobre qué observar en tu hijo o hija y saber cuándo es momento de buscar la ayuda de un especialista.
¿Qué hace un psicólogo infantil?
Hay diferentes especialidades dentro de la psicología infantil, de la que yo te voy a platicar en esta ocasión es sobre la terapia emocional.
Los psicoterapeutas infantiles nos especializamos en ayudar a los niños, niñas, adolescentes y a sus familias a manejar temas diversos relacionados con las emociones, el comportamiento y la crianza, por lo que la terapia es útil en momentos de transiciones importantes como puede ser un divorcio, un cambio de escuela o de casa, la llegada de un hermanito, la enfermedad o muerte de algún ser querido o incluso de una mascota. Asimismo, hay niños que se ven favorecidos con la terapia para aprender a relacionarse con sus compañeros de escuela o para saber manejar mejor sus emociones.
Entonces ¿a qué señales necesito estar atenta?
Algunas de la señales que pueden indicar que tu hijo o hija podría beneficiarse de la ayuda de un terapeuta infantil, son:
- Se enoja y explota frecuentemente
- Recibe constantemente reportes de mal comportamiento por parte de la escuela
- Comienza a sacar bajas calificaciones o a disminuir su desempeño en la escuela
- Se ve triste y llora con frecuencia
- Se aísla del resto de sus compañeros o familiares
- Tiene pesadillas constantes
- Manifiesta tener miedo casi todos los días
- Se come las uñas
- Molesta a otros niños en la escuela o lo molestan a él.
- Deja de mostrar interés por actividades que antes disfrutaba
- Muerde, da patadas o pega frecuentemente
- Muestra cambios de humor repentinos
- No puede dormir o tiene sueño excesivo
- Manifiesta síntomas físicos como dolor de cabeza o de estómago sin una causa médica aparente
- Tiene diagnosticada una enfermedad grave, aguda o crónica
- Ha vivido un abuso sexual, físico, emocional u otros acontecimientos traumáticos.
Otro indicador muy importante es TU INSTINTO. Como mamá estás dotada de un sexto sentido ya que conoces mejor que nadie a tus hijos. Si observas un cambio importante en su comportamiento lo mejor será buscar el apoyo de un experto. De esta manera no solo te sentirás más tranquila de estar actuando para resolver los problemas emocionales de tus hijos sino que además les estarás enseñando a ellos la importancia de buscar ayuda cuando la necesitan.
Probablemente a estas alturas ya identificaste que efectivamente lo ideal sería llevar a tu hijo con un especialista, ahora la pregunta es ¿con cuál?
Existen tantas opciones de psicólogos infantiles que ¿cómo elegir la mejor opción para mi hijo? Te comparto algunas sugerencias.
Primero que nada, la formación académica es importante, no basta con que sea un psicólogo sino que necesita contar con formación especializada en terapia infantil, ya sea una maestría o una especialidad. De esta manera puedes estar segura de que el terapeuta tiene conocimiento de las distintas áreas del desarrollo infantil: social, emocional, cognitivo, motor y de lenguaje, así como la formación para intervenir de manera adecuada, con las técnicas y las estrategias apropiadas para cada etapa.
Lo que me lleva a una siguiente recomendación, observa el espacio del terapeuta, ¿está adecuado para el trabajo con niños? ¿Cuenta con mobiliario infantil o es un espacio dirigido a los adultos en donde el niño se tiene que adaptar? ¿El terapeuta cuenta con diversos materiales para el trabajo con niños cómo cuentos, pinturas, plastilina, juguetes, muñequitos, peluches, títeres, disfraces, juegos de mesa? Este punto te dará mucha información, ya que los terapeutas infantiles conocemos la importancia de la expresión de las emociones y la adquisición de habilidades de todo tipo a través del juego y la imaginación.
Otro punto muy importante a tomar en cuenta al momento de elegir el terapeuta infantil, es que hagan clic con el terapeuta, que como padres se sientan cómodos y que tu hijo (a) disfrute de sus sesiones. Este punto puede ser que te sorprenda pero la diversión es parte importante de la terapia infantil. Los niños juegan en la terapia, es más, ni siquiera saben que eso es una terapia y que van a desarrollar habilidades para resolver problemas.
Un buen terapeuta infantil sabe cómo ganarse la confianza de un niño o de un adolescente. Si no se logra, entonces lo mejor será buscar otro especialista con quien toda la familia se sienta cómoda, ya que una buena conexión con el terapeuta es esencial para lograr los objetivos deseados.
Si tu terapeuta infantil cubre todos éstos requisitos, seguramente estás con un especialista que podrá orientarlos y acompañarlos de forma profesional y adecuada. Ahora será cuestión de constancia y compromiso con la terapia para lograr los cambios anhelados.
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